La sal más pura
Cuidadosamente extraído a mano de las minas de Khewra, en el corazón del Himalaya, estos cristalitos de sal de mar fósil que en realidad se llama sal « gema », sal minero o sal de tierra, son sin refinar, libres de polución y de aditivos. El cuerpo los puede asimilar por completo. ¡Estas minas están lejos de agotarse porque tienen algo como 600 millones de toneladas de sal!
Es la sal más pura del mundo. Su sabor un pelín menos salada que la flor de sal, su estructura un poco más seca permite usarla en el molinillo y su sabor neutro va con todo. Su color puede variar del rosa al rojo según su proporción en hierro. Es una sal de tierra, sin yodo. Su color y su forma son elegantes y deslumbrantes.
Pakistán en música
Diamante de sal
Para variar los placeres
- Diamante de sal natural en cristalitos
- Diamante de sal natural en polvo
- Diamante de sal con hierbas salvajes
- Diamante de sal con especias tostadas
- Diamante de sal con flores
- Diamante de sal con pimentón de Espelette
- Diamante de sal con trufa Natural en piedra
Caravanas de sal
Hasta el final del siglo XX. Los caravaneros, con mujeres y niños, transportaban la sal con los yacks para intercambiarla con semillas o otros alimentos de base. Fue asi que en el Himalaya el hombre y su yack se convirtieron inseparables. Sin la piel, la leche, la carne, el pelo, ni los excrementos de su animal el hombre no podía sobrevivir.
El techo del mundo
La historia del diamante de sal remonta a 200 millones de años. Las montañas del Himalaya nacieron del choque de las placas indio-australianas y eurasiáticas que hizo desaparecer el océano Thétys que las separaba. La lenta evaporación de las aguas de este océano dejó cristalitos de sal rosa, ricos en minerales y oligoelementos. Alexander el Grande fue el primero, alrededor a los 350 años antes de J-C, en llevar a Europa esta preciosa sal de Cachemira. Durante la Antiguedad era únicamente para dioses y emperadores.